¿QUÉ ES LA HIPNOSIS REGRESIVA REPARADORA (HRR)®?
Escritor, consultor, terapeuta y catedrático.
Descodificación Biológica – Biodescodificación,
Descodificación Transgeneracional
Hipnosis Regresiva Reparadora (HRR)®
Creador de la Descodificación Biológica Reparadora (DBR)®
Fundador del DBR Institute APS
www.dbr-casla.com www.jesuscasla.com www.dbr-institute.com
Consultas presenciales & On line
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La Hipnosis Regresiva Reparadora (HRR)®, desarrollada por Jesús Casla, es un método de desbloqueo emocional, integrado en el proceso de la Descodificación Biológica Reparadora (DBR)® como tercer y último paso, después del estudio transgeneracional y la descodificación biológica del síntoma. A la manera ericksoniana, entendemos la hipnosis como una eficaz y poderosa herramienta de comunicación e investigación que permite a la persona adentrarse en su inconsciente y detectar los traumas originales que han producido un bloqueo emocional; traumas que están en el origen de sus síntomas, ya sean físicos o anímicos, o en la raíz de lo que considera que no fluye adecuadamente en su vida.
La Hipnosis Regresiva Reparadora (HRR)® es un estado de atención focalizada
que, con una relajación y disociación momentáneas,
permite a la persona acceder a su inconsciente.
Durante la hipnosis la persona se encuentra plenamente consciente, con pleno control de lo que hace, dice y siente, por lo que no puede ser manipulada. Es un estado de relajación corporal y muscular que favorece la toma de conciencia y un pensamiento activo y creativo.
En la Hipnosis Regresiva Reparadora (HRR)® no se utiliza el trance para inducir un cambio de conducta en la persona, sino como una herramienta de investigación para identificar los traumas que están en el origen del síntoma. Utilizamos trances ligeros donde la persona no está jamás inconsciente, precisamente porque necesitamos dialogar con ella en todo momento para que pueda usar su propia capacidad creativa y resolver problemas; en suma, que reconozca sus propias capacidades de cambio. Hablamos con el inconsciente de la persona, lo interrogamos y escuchamos sus respuestas.
La hipnosis nos permite encontrar y resolver la raíz oculta
del problema o síntoma, porque detrás de éste hay episodios traumáticos
que han dado lugar al bloqueo emocional.
En otras palabras: utilizamos la hipnosis para encontrar el trauma emocional que existe detrás del síntoma y alcanzar la reparación o desbloqueo del mismo.
Como Milton Erickson, creemos que todas las personas nacemos con los recursos necesarios para enfrentar y solucionar los problemas, por lo que no hay necesidad de buscar soluciones externas, sino hacer consciente lo inconsciente y encontrar respuestas dentro de la propia persona, pues sólo ella misma es capaz de provocar cambios positivos en su vida.Al igual que Erickson, concebimos la hipnosis como un accesorio terapéutico, en nuestro caso como pieza complementaria de la descodificación biológica y del estudio transgeneracional, que nos proporcionan la información básica del problema que sufre la persona y, por ende, nos permiten establecer el plan de trabajo que llevaremos a cabo con la HRR®.
Aunque la persona ignore conscientemente lo que sucedió,
esa información sigue depositada en su inconsciente y puede ser recuperada,
porque, si se siguen ciertas normas, el inconsciente de la persona
le permitirá acceder a la misma.
El inconsciente siempre sabe qué le pasa a la persona y si se le pregunta de la forma adecuada, responderá. Deberemos ganarnos su confianza. No podemos esperar que el inconsciente comience a decirnos todo sólo porque se lo preguntamos. Lo normal es que, si hemos logrado ganarnos su respeto, nos permita conocer algo, e incluso ese algo no será explícito, sino que deberá ser descifrado. La información suele aparecer por capas. Por eso, antes de que nos cuente lo más importante, seremos estudiados y medidos por la parte no consciente de la persona. A medida que el trabajo de la regresión va avanzando, se van levantando prohibiciones y represiones, y van apareciendo informaciones que estaban afuera de la consciencia. Es posible preguntarle al inconsciente y habiendo obtenido la respuesta, también es posible alcanzar la reparación.
El propósito es buscar y encontrar el trauma
para desbloquearlo o resignificarlo.
En la regresión, la persona tiene la posibilidad de desplazarse al pasado y vivir aquellas situaciones en presente con las emociones originales, es decir, recordar, revivir y sentir aquellos capítulos de su vida tal como fueron sentidos en aquel momento, con las herramientas y capacidades que tenía o puso en práctica la persona en aquel momento. Es esta revisión la que hace posible la reparación del trauma original (conflicto programante)
Conflicto programante y conflicto desencadenante
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El inconsciente, que es atemporal, reacciona del mismo modo cuando una persona enfrenta situaciones emocionalmente similares a la situación que un día resultó dolorosa, sin importarle ni el tiempo ni si el evento actual es sólo una réplica del original. De manera que es importante distinguir entre conflicto programante y conflicto desencadenante; que es tanto como establecer la diferencia entre la causa y el efecto.
Un conflicto programante acaba generando, tarde o temprano, uno o varios conflictos desencadenantes posteriores. Del mismo modo, podemos concluir que sin conflicto programante nunca surgirán conflictos desencadenantes.
El conflicto programante representa, literalmente, el primer golpe; el impacto inesperado y traumático que desborda la capacidad de comprensión y gestión por parte de la persona y se inserta en el inconsciente como una pesada carga emocional. Cuando después la carga emocional de aquel suceso traumático no resuelto se presente en la salud o en la vida de la persona, será un conflicto desencadenante, activación posterior de algo que una vez no quedó resuelto. Este, el conflicto desencadenante, es el que enfrenta la persona cuando acude a consulta.
Reparación y desbloqueo emocional
Para que la reparación se produzca, es indispensable la incorporación hoy a aquel episodio traumático de los recursos, capacidades o experiencias que faltaron, los cuales hubieran permitido a la persona afrontar de distinto modo aquel suceso. Esto permite a la persona obtener y registrar en su inconsciente una versión distinta de aquel pasado; repara, en suma, el trauma o conflicto programante. El objetivo no es otro que la persona pueda gestionar por sí misma sus emociones y recuperar la calidad de vida perdida.
En nuestra memoria emocional, nuestro inconsciente,
permanece intacta la información de todo lo que hemos vivido;
pero sin las emociones implicadas cuando tuvieron lugar los hechos.
Este es un mecanismo de autodefensa que utiliza nuestro inconsciente para evitar que el sufrimiento nos impida continuar nuestra vida, a veces incluso bloqueando o borrando por completo la memoria del trauma, si bien en su lugar aparecerá el síntoma o diversas señales y actitudes que delatan la existencia de esa herida aún sin cicatrizar, porque en realidad las emociones vinculadas al trauma pendiente nunca se disolvieron.
Por eso es indispensable la resignificación de los sucesos del pasado, incorporando a los mismos las capacidades o experiencias que permitan hoy afrontarlos de forma distinta; resolverlos, en definitiva.
En estado consciente, la persona adulta recuerda su pasado, su infancia, y lleva a cabo un análisis que estará siempre determinado por su visión actual sobre aquellos hechos; o sea, elabora un discurso racional de su historia, sin la carga emocional original. En cambio, con la hipnosis la persona puede desplazarse imaginariamente en el tiempo, zambullirse en su pasado para revivir y sentir aquellos momentos con las emociones originales.
Y cuando éstas reaparecen, todos los recursos de protección que se le dan a la persona en en regresión se incorporan para siempre a su memoria emocional, como si los hubiera recibido en aquel momento. Esto es lo que permite la resignificación, el desbloqueo emocional, en definitiva, la reparación.
La persona adulta se introduce en la piel del niño o niña que fue.
Habla y llora como un niño; pero no se trata de una recreación.
Esas emociones siempre estuvieron reprimidas en su inconsciente, condicionando su vida, su salud y sus actos. Es la propia persona, con pleno control de lo que dice y siente durante la regresión, la que establece la asociación necesaria entre aquellos episodios de su pasado y los problemas que afronta en la actualidad, asociación que es crucial para el reparación de aquel trauma o conflicto programante, ya que el terapeuta se limita a guiar y acompañar a la persona en ese proceso.
Lograremos nuestro propósito cuando conseguimos que el niño lastimado hable, llore, se exprese; cuando conseguimos que el adulto encuentre los orígenes ocultos de sus síntomas y que, por primera vez, reviva aquel episodio del pasado con la información que tiene como hoy, esto es, que pueda poner al servicio del niño los recursos que ha adquirido a lo largo de su vida.
Se trata, en suma, de que la persona pueda ofrecer aquí y ahora a su inconsciente una versión distinta sobre algo que ocurrió en un momento de su vida, algo que entonces resultó traumático y se enquistó porque no quedó resuelto o no fue gestionado de forma adecuada.
Jesús Casla es autor de los libros:
Descodificación Bio-Transgeneracional. Secretos y claves del árbol genealógico
El ciclo menstrual y sus síntomas. Descodificación biológica y emocional
La memoria emocional de la vida uterina
Huellas emocionales de la infancia. Una visión sistémica de las relaciones familiares
Belleza emocional. Aportes para una búsqueda interior
El infinito es mi camino. Regresiones a vidas pasadas